Descubre el lado macabro del arte mexicano con esta cautivadora obra del maestro José Guadalupe Posada, titulada "Los crímenes de la Bejarano". Esta pieza de grabado, realizada sobre fino papel de algodón, captura la esencia del estilo único de Posada, caracterizado por sus figuras expresivas, líneas atrevidas y temáticas arraigadas en la cultura popular mexicana.
José Guadalupe Posada, artista de renombre internacional, dejó una huella indeleble en el panorama artístico mexicano. Sus obras, cargadas de simbolismo y crítica social, reflejan las realidades y los desafíos de la época, convirtiendo a Posada en un cronista visual de la historia mexicana.
"Los crímenes de la Bejarano" es un ejemplo magistral del talento de Posada. La obra retrata a la infame asesina del siglo XIX, Guadalupe Martínez de Bejarano, conocida como "La Mujer Verdugo", quien fue acusada de asesinar a varios niños. La imagen, cargada de dramatismo, presenta a Bejarano golpeando y torturando con fuego a la figura fantasmal de una de sus víctimas.
Más allá de su valor artístico, esta obra posee un profundo significado histórico. El Taller de Gráfica Popular, fundado en 1937, se dedicó a preservar y difundir el legado de Posada, y esta pieza, realizada a partir de las planchas originales descubiertas por Pablo O'Higgins, representa un testimonio tangible de la maestría del artista.
Genial grabador mexicano que nació en Aguascalientes en 1852 y murió en la ciudad de México en el año de 1913. Comenzó su carrera haciendo dibujos, copiando imágenes religiosas y como ayudante de un taller de cerámica. En 1866 trabajó como aprendiz de litografía y grabado en el Taller de Trinidad Pedroza. En esos tiempos realizó algunas ilustraciones satíricas que aparecieron en la revista "El Jocote". Se trasladó en 1872 a la ciudad de León, Guanajuato en donde realizó litografías y grabados en madera que ilustraban cajetillas de cerillos, documentos y libros. En 1887 se fue a vivir a la ciudad de México; instaló su primer taller en la calle de Santa Teresa y después se cambió a la calle de Santa Inés número 5, hoy calle de Moneda. Muy pronto comenzó a trabajar como dibujante editorial en el taller de Antonio Vanegas Arroyo, para quien realizó miles de ilustraciones. Realizó ilustraciones y caricatura política en otras imprentas y algunos periódicos, como el "Argos", "La Patria", "El Ahuizote" y "El Hijo del Ahuizote", todos de oposición al gobierno del presidente Porfirio Díaz. Desde el estallido de la Revolución de 1910 hasta su muerte en el año de 1913, el maestro Posada trabajó incansablemente en la prensa dirigida a los trabajadores, ésta constituye hoy una crónica de la sociedad y la política de su época.