Ejemplar original de la Gaceta Callejera titulado "Fin del Siglo XIX" con grabados originales de José Guadalupe Posada. Impreso por Antonio Vanegas Arroyo en México DF en 1900. Parte de la Colección de Jean Charlot de la Universidad de Hawaii, la colección William McCallin McKee del Art Institute de Chicago, Colección de Grabado de la Universidad de Stanford, y la colección de la Basílica de Guadalupe. El texto es un corrido en honor a la inauguración de la Penitenciaria de la Ciudad de México el 29 de Septiembre de 1900. Este centro fue basado en el sistema Croffton, importado de Irlanda, en el cual se recompensaba el buen comportamiento de los reos y se castigaba el malo. El arquitecto Antonio Torres Torija diseño esta cárcel con capacidad de mas de 750 reclusos. Las celdas tenían su propio lavabo y escusado lo cual era un gran adelanto en su época. Pero sin duda alguna, la omnipresente torre de vigilancia que se encontraba al centro fue lo que mejor distinguió esta edificación moderna. Al cabo de unas décadas, la población de esta prisión creció en gran cantidad. La sección de mujeres desapareció, las ideas de readaptación se perdieron y las leyendas del Palacio Negro de Lecumberri, historias de dolor, degradación y faltas a los derechos humanos, comenzaron a escucharse en las calles. Este centro penitenciario fue hogar para notables personalidades como Manuel Rodríguez Lozano, David Alfaro Siqueiros y Jose Revueltas. Francisco I. Madero y Jose Maria Pino Suarez fueron asesinados en uno de sus muros, y el congreso después del golpe de estado de Victoriano Huerta fue preso aquí también. En 1976 se clausuro definitivamente la antigua penitenciaria de México para hacer espacio donde albergar el Archivo General de la Nación. Hoy en día es difícil pensar que en un lugar tan pacifico y solemne se pudieron cometer las atrocidades que cuentan las leyendas como la de "Pepe el Toro". Pero en sus inicios, los ideales de readaptación eran nobles. Este volante es un testamento histórico, alabando al edificio con frases como: "Todo esta muy elegante, y todo muy bien dispuesto, que los presos estén bien, y que se les atienda presto" y "Que aunque la jaula sea de oro, no deja de ser prisión." Los tres grabados que Posada realizó muestran el Palacio al fondo de la calle Lecumberri, una vista de una celda con un interno purgando su condena, y otra vista interior del patio del palacio con la torre de vigilancia al fondo.
Genial grabador mexicano que nació en Aguascalientes en 1852 y murió en la ciudad de México en el año de 1913. Comenzó su carrera haciendo dibujos, copiando imágenes religiosas y como ayudante de un taller de cerámica. En 1866 trabajó como aprendiz de litografía y grabado en el Taller de Trinidad Pedroza. En esos tiempos realizó algunas ilustraciones satíricas que aparecieron en la revista "El Jocote". Se trasladó en 1872 a la ciudad de León, Guanajuato en donde realizó litografías y grabados en madera que ilustraban cajetillas de cerillos, documentos y libros. En 1887 se fue a vivir a la ciudad de México; instaló su primer taller en la calle de Santa Teresa y después se cambió a la calle de Santa Inés número 5, hoy calle de Moneda. Muy pronto comenzó a trabajar como dibujante editorial en el taller de Antonio Vanegas Arroyo, para quien realizó miles de ilustraciones. Realizó ilustraciones y caricatura política en otras imprentas y algunos periódicos, como el "Argos", "La Patria", "El Ahuizote" y "El Hijo del Ahuizote", todos de oposición al gobierno del presidente Porfirio Díaz. Desde el estallido de la Revolución de 1910 hasta su muerte en el año de 1913, el maestro Posada trabajó incansablemente en la prensa dirigida a los trabajadores, ésta constituye hoy una crónica de la sociedad y la política de su época.